Cuántas veces te has quedado mirando tu armario pensando
en la cantidad de ropa que tienes, y sin embargo, no sabes que ponerte. Es lo
más típico del mundo, y es muy frustrante porque te das cuenta de que
probablemente tengas un montón de nada. Así que te dices a ti misma que la
próxima vez vas a hacerte una lista de lo que te hace falta comprar, de lo
imprescindible. De hecho hasta te pasas por alguna revista de moda para consultar
esas listas de básicos necesarios tan famosas. Pero no sirve. O al menos en mi
caso.
Cuando entro en una tienda mis ojos vuelan en todas
direcciones atraídos por miles de prendas relucientes, perfectamente colocadas
(en su mayoría), con colores preciosos elegidos según la estación del año para
evocarte recuerdos alegres en tu mente. Y es ahí cuando me pierdo.
Pero la semana pasada pensé "¿Qué es lo que de verdad te
apetece ponerte en verano?". Y mis respuestas fueron dos: vestidos frescos y
shorts. De verdad, el verano va de no complicarse, de arreglarse casi con cualquier
cosa, de maletas improvisadas para viajes improvisados, de prendas que te
solucionen looks de tarde, de playa, de noche (sabiendo combinarlos claro). Es por
eso que, aunque se me vayan los ojos a miles de prendas, lo que busco es eso:
estar cómoda e ir guapa.
Los vestidos prácticamente valen para todo, solo tienes que cambiar el calzado, y los accesorios y ya tienes un look de noche o uno de playa. Eso sí, hay que escoger vestidos que se puedan combinar y cambiar de contexto.
Como este de Zara por ejemplo. Aunque la tela es un poco gruesa,lo que resultar caluroso durante el día, sin embargo para la noche es perfecto.
Los shorts son la prenda fetiche el verano, según los combines puedea obtener distintos resultados, son una prenda de la que se puede sacar mucho jugo. A mí personalmente me gustan los de talle alto, por que favorecen y te permiten jugar con crop tops. Como en este look, por ejemplo.
0 comentarios