Estoy en Adra, Almería. Es la primera vez que visito este lugar y me ha sorprendido mucho su paisaje. Es totalmente distinto al de donde yo vengo, sobre todo su playa, que es de un inmenso azul, a veces transparente. Y no tengo palabras para esa playa de piedras y arena gris (que te masejea los pies estupendamente), por que yo soy de Huelva y allí todo es arena fina blanquita. Pero es increíble, no puedo decir que no me haya fascinado este paisaje. Este mar de invernaderos en colinas escarpadas.
Me encanta viajar, conocer sitios nuevos y sobretodo, hacerlo con amigos. Ademas aquí me han acogido muy bien. Y como vivo prácticamente en la playa, porque la tengo a dos pasitos, pues esto va de mar, de bikinis, de bañadores y de desconectar. Porque con cerrar los ojos y oír como chocan las olas en la orilla es suficiente para dejarte ir, para que el peso de la preocupaciones abandone tu cuerpo y te sientas libre.
Los viajes hay que vivirlos intensamente porque tienen un fin inmediato, y aquí estamos nosotras, desintoxicandonos de la ciudad, del ruido, y del calor de Sevilla, que sí que tiene un color especial, pero que en verano ese color se derrite.
Por lo tanto y continuando un poco con la línea del post del bikini, pues aquí viene otro de los elementos fundamentales del verano: el bañador. Que ha vuelto con fuerza y me alegro mucho porque es cómodo, sienta bien y además es un dos por uno porque los bodys están a la orden del día. Si hasta Zara nos ha premiado con una categoría de bodys en su web. Así que este verano nuestro armario de baño será un poco más variado.
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