La semana pasada Zara sacó su campaña otoño-invierno 2017. No sé si os hace tanta ilusión como a mí. Me encanta verla y ya la estaba esperando con ganas, porque en ella vemos lo que vendrá, las tendencias que van a pegar fuerte en la nueva temporada y esas prendas que van a estar en todas partes.

Esto es lo que podríamos llamar la segunda parte del post anterior. Esta claro que después de cruzarnos el país no íbamos a quedarnos solo para el festival, así que hicimos un poco de turismo exprés entre el lunes y el martes.



Decidimos que veríamos una de las casas de Gaudí y la Sagrada Familia, porque más visitas se nos iban del presupuesto, que no es precisamente barata Barcelona. Así que el lunes nos dedicamos a pasear por el centro, aluciné con los escaparates de las tiendas como si fuera una niña pequeña en una tienda de juguetes. La gente pensaría que estaba un poco loca por ir haciendo fotos y gritando "mira que bonito esto" y "Ay, allí esta Gucci, y Chanel, y..." Pero que queréis que os diga en Sevilla no las tenemos y una no tiene la oportunidad de ver esa ropa físicamente todos los días.


No os voy a contar todo lo que vimos porque sería muy aburrido, para eso ya están las fotos, y ni si quiera lo que yo pueda decir va a estar a la altura. Barcelona es preciosa, es una ciudad muy moderna con mucha mezcla de estilos y cualquiera de sus calles podría ser una postal (vale, a lo mejor no todas, pero casi todas). Vimos sitios preciosos muy conocidos y otros no tanto, paseamos hasta la extenuación, con un calor increíble y una humedad a la que no estábamos acostumbrados  y aun así me supo a poco, porque no faltaron cosas por ver. Quiero volver, lo tengo claro, porque tiene tanto, tanto que nos quedamos con ganas de más

Ver la Sagrada Familia fue totalmente impresionante la verdad, no le voy a poner adjetivos porque no los hay para describirla. Yo solo recomendare ir y verla. Igual que todo lo que hizo Gaudí, auténticas maravillas. Eso sí, todo vale muy caro y por todo hay que pagar, así que si vais que sea con la cartera bien llena.

Lo mejor del viaje fue lo bien que lo pasamos viéndolo todo. Disfrute muchísimo con la visita, bueno siempre disfruto cuando viajo y conozco sitios nuevos, me parece muy enriquecedor y es algo que me encanta hacer, pero allí además es como si cada rincón te aportara algo. Por no decir que es la tierra de mi equipo, que entré por supuesto en la tienda oficial y que fui a ver el Camp Nou, solo por fuera, pero no me importó, cuando vuelva la próxima vez entraré, aun así lo disfrute muchísimo.


Para terminar, os cuento la anécdota del viaje. El martes fuimos a desayunar antes de la visita a la Casa Milá, e íbamos con el tiempo justo. Le dije al camarero que queríamos una tostada y me miró y me dijo: "sois andaluces ¿verdad? Los andaluces siempre piden tostadas". Y después nos preguntó como se hacia la tostada y al decirle que la queríamos con tomate no supo cómo, así que le dije que podíamos ponerlo nosotros en el pan. Bueno, pues nos trajo media baguette enorme ( para hacernos un bocadillo vamos) y tres tomates enteros en un cuenco. Le pedimos un cuchillo y nos cortamos unas rodajas allí en la mesa como pudimos y nos fuimos corriendo porque llegábamos tarde. Sinceramente, me costó entender que no supiera lo que es una tostada y no era extranjero, era de allí. Pero oye, nos reímos un rato con aquellos tomates (ja ja ja).


En serio que Barcelona es preciosa, si tenéis oportunidad visitadla. Por cierto, una recomendación, sé que hay mucha polémica con esto de los taxis y Cabify, pero nos solucionó mucho la vida, el bus costaba 2'15€ y el trayecto en Cabify 6€ entres los tres, nos salía a 2€ cada uno. Nos ofrecieron una botellita de agua gratis a cada uno, nos llevaron hasta la puerta del sitio y nos recogieron donde estábamos, llegamos rápido, cómodos y fresquitos y lo mejor, no te cobran más aunque tarden más, la verdad es que si vais unos cuantos la recomiendo.
¡Esto es todo, esta moderna (de pueblo) se despide de nuevo!

Aunque llega con una semana de retraso, aquí traigo el post sobre el Dulceweekend donde estuve el domingo día 8. También pasé unos días en Barcelona, pero eso lo dejaré para otra entrada. Fui con mi amiga Ana y luego se nos unió Fran que había tenido exámenes.


Elegimos el domingo porque el sábado lo pasamos entero en el tren, once horitas y media que nos tragamos de Sevilla a Barcelona, casi nada. La verdad es que tenía ganas de ir sobre todo por la cantidad de marcas que participaban, que además siendo la mayoría online es una oportunidad muy buena para ver su ropa y probártela en el momento.

Bueno, comienzo. Llegamos con dos horas de antelación a la cola, que era kilométrica y crecía y crecía sin parar. Abrieron la entrada a las 12:00 pero no entramos casi hasta las 14:00, así que nos tragamos una buena cola con un calor importante. A ver sé que es normal eso de que haya que esperar cola, pero lo que no entendí bien es que la gente que no tenía entrada y los que ya la teníamos esperásemos la misma cola ¿para que la compramos con antelación entonces? En fin, al principio no me gustó mucho como estaba planteado, había un sol de justicia, mucha humedad y casi no había sombra, además de que para todo había que hacer colas muy largas al sol, entiendo que haya colas, pero si vas a hacer un festival en julio habría estado bien poner unos tolditos o algo. Incluso para comprar los tíquets para el agua y tal había que esperar una cola enorme, así que si te estabas deshidratando pues te tocaba esperar un ratito. Creo que sabiendo la cantidad de gente que había deberían haber puesto más personal.


Luego está el tema de los probadores, algunos stands no tenían, cosa que fastidia porque no puedes devolver la ropa que compras en un festival y claro si no te la pruebas no puedes saber si te va a quedar bien, una medida que nos disuadió de comprar en ciertos sitios, aunque nos gustase lo que había. En Arizona Vintage, sin embargo, sí tenían unos cuantos, pero la cola era enorme para esperar y, además, al sol como he dicho antes, muchas personas optaron por probarse las cosas encima de la ropa, mejor no cuento lo que tuve que hacer yo... (ja ja ja)

Vale, y hasta aquí las cosas que no me gustaron, tengo que decir que pasadas las 19:00 de la tarde todo mejoró muchísimo. Nos comimos unas hamburguesas buenísimas y descansamos un rato en los lugares donde había toldos, que por cierto no cabía ni un alfiler. Nos encantó la sesión de Sofía Cristo, la verdad pinchó muy bien y nos animó un montón, bailamos como locas.Y a partir de esa hora las tiendas estuvieron mucho más despejadas por lo que pudimos aprovechar para ir a los sitios donde antes no pudimos. Sinceramente, para mí el festival debería haber empezado a esa hora, si vuelvo a ir, que no me importaría, sería a esa hora.

Compramos maquillaje, nos hicimos fotos, participamos en sorteos, me compré un mono vaquero en Arizona Vintage, otro a rayas blancas y azules de algodón en PJ Barcelona (que les "robé" a Ana porque los vio ella primero, pero como es muy buena amiga me dejó llevármelos) y un bañador rosa, súper sexy en Aware, que tenía autenticas maravillas en su stand. Todo esto lo hicimos cuando ya era de noche y la gente estaba en el escenario, en serio, el momento ideal para ir a mirar cosas. Me dejé una pasta, pero mereció la pena. Cantamos bailamos, nos reímos, compramos, nos maquillamos, nos faltó peinarnos en el stand de GHD, pero para la próxima será lo primero que hagamos.


Si vais por ver a Dulceida &Co sí que tenéis que entrar desde primera hora, porque no pararon de hacer juegos y cosas y la gente que es súper fan suya estaba como loca por allí, pero si vais por la ropa y por la música, entonces entrad por la tarde, es lo mejor. Eso sí, y lo siento si a alguien le gusta, pero el concierto de Carlos Sadness nos cortó el rollo, no nos gustó y aprovechamos para ir de compras.

Esto es todo por hoy, volveré pronto con el resto del viaje. Esta moderna (de pueblo) se despide de nuevo.

Futuro. Futuro es una palabra que da miedo. Todos pensamos sobre él, de hecho la mayoría del tiempo estamos preocupándonos más por el futuro que por lo que estamos viviendo, pero es inevitable. Después de haber terminado mi tercer año en la ESAD (incluso con buena nota por cierto) y encaminarme hacia el último año no puedo dejar de  pensar sobre lo que vendrá después. Tengo claras dos cosas: me encanta la moda y me encanta escribir, de hecho me expreso mucho mejor por escrito que en palabras. Así que, no dude en inscribirme en el curso de CONDE NAST (la editorial de Vogue, GQ, Glamour...) sobre "Cómo ser un comunicador en el siglo XXI". Y después de haberlo terminado  tengo más claro que nunca que quiero ser redactora de moda en VOGUE.

Durante una semana hemos tenido el placer de aprender de muchos profesionales del sector, hemos tenido charlas con periodistas geniales que nos abrieron la mente, con un fotógrafo, redactoras de la web de VOGUE, GLAMOUR y GQ, con un diseñador experto en redes sociales y public speaking. Nos han enseñado la redacción de una revista, fuimos a una exposición de fotografía preciosa y he conocido a unos compañero geniales con los que me he reído un montón. Me llevo una cantidad de recuerdos muy bonitos y solo con eso ya ha valido la pena el curso. Sin embargo, hay más, al escuchar como nos describían el trabajo en la web de las revistas, el tiempo que hay que dedicarle, lo rápido que hay que ser, y la pasión que hay que tener para hacerlo, me di cuenta de que quería hacerlo. No nos lo han pintado de color de rosa, nos han hablado de la parte genial de este trabajo y de la parte dura, lo cual me parece estupendo porque te hace ser realista y ver las cosas con perspectiva. Así que si antes de ir ya tenía ganas de hacer el Máster de VOGUE, ahora tengo muchísimas más. Sé que es difícil entrar, pero lo voy a intentar, eso lo tengo claro.


Por todo eso este post va de futuro, porque es el siguiente paso que quiero dar y porque el futuro está siempre lleno de incertidumbre, sin embargo, a veces una luz se enciende en tu cabeza y ya sabes qué será lo siguiente o hacia donde te quieres encaminar. Pues este es el mío. Habrá gente que se pregunté que por qué estudiando Arte Dramático cambio de repente, y tiene gracia porque la primera revista VOGUE que me compré fue el día que termine las pruebas de acceso a la ESAD. La vi en el kiosko de pasada y me volví para comprármela, fue algo instintivo porque nunca antes me había comprado una, me gustaba ver sus portadas cuando iba a la papelería de mi pueblo, pero solo hacía eso, mirarlas, hasta ese día. Fue una señal, a partir de entonces, la moda ya no fue algo anecdótico en mí, paso a ser lo más importante, me enamoré de ese mundo. Aunque tardé algo más en darme cuenta de que me gustaba escribir sobre ella y no solo admirarla. Hace un año ya, cuando empece este blog.


Así que bueno, eso es todo, animo a cualquier persona a la que le guste este mundo y escribir sobre él a ir a este curso, bueno, hay muchos y muy variados, pero en concreto al que yo he ido, porque he aprendido mucho y sobre todo he escrito mucho. De hecho creo que subiré algunas cosas aquí, que mi trabajo me costaron y tendré que sacarlas a relucir. Perdón por la chapa (ja ja ja) esta moderna (de pueblo) se despide de nuevo.