A día de hoy es muy
difícil clasificar la música por su contenido literario (casi imposible), pues
esta ha sido casi siempre dividida conforme a su ritmo, melodía, instrumentos
utilizados o incluso a la cultura que representa.
Es cierto que
este subnopop podría equivaler a
cierto sector paraliterario, si no fuera porque no está destinado a un consumo
de masas, lo cutre viste de pureta con estos artistas y es algo que no es
nuevo.
Aquí en España hemos
tenido grupos como Almodóvar &
McNamara, Kaka de Luxe o incluso Camela que buenamente han pretendido (o
no) representar a cierto colectivo o cultura del mamarracheo y que han servido
como referente, sin duda, a los artistas que ahora nombraremos.
Para empezar, el
término subnopop es relativamente
nuevo (aunque ha tenido precursores como el electrodisgusting, naif, vaporwave
o tontipop) y ha sido acuñado por el dúo formado por Carlos Areces y Aníbal
Gómez, Ojete Calor.
Aunque para entender
el sentido de este género tan curioso hay que escucharlo, voy a intentar explicar
cómo funciona y por qué está destinado a un público tan culto: estas músicas se
caracterizan por ritmos poperos o electrónicos un tanto anticuados, cuya
estética y letras pretenden no sólo criticar cierto sector de la sociedad, sino
ridiculizarlo de una manera inteligente, así en “Señoras Bien” de Las Bistecs la burla gira en torno a esa
categoría femenina menopáusica y costumbrista; en “Historia del Arte” del mismo
grupo musical la burla gira en torno a los grandes artistas (hombres) plásticos
a lo largo de la historia, y en “0,60” del conjunto, ya nombrado, Ojete Calor se da una larga enumeración
de afirmaciones banales y sin criterio que la sociedad tiende a compartir de
una manera absurda:
(“Cosas que ya habías
oído,
cosas básicas,
obviedades,
frases que acaban en
¡tía!
Dale un bofetón a
quien las diga.”)
¿Dónde reside la
gracia de este género y esta curiosa forma de entender la crítica social?
Precisamente en la necesidad de humor inteligente entre sectores más cultos,
que desde tiempos inmemorables se han dedicado a reprimir sus ganas de
diversión y distracción bajo ese gran paraguas llamado “cultura”. Estos
sectores evolucionan y se incluyen en la cultura del mamarracheo castellano
para no despedirse por mucho tiempo; bajo mi humilde punto de vista, he de
considerar que era muy necesario incluir la cultura más básica y banal en los
sectores más intelectuales, pues desprestigiar el reggaeton o la música
electrónica por el simple hecho de no tener unas letras del todo bien
elaboradas nos convertiría en cierta sociedad anticuada y aburrida llena de
convencionalismos. Otros de los artistas o grupos de este movimiento cuya
repercusión social es importante son Ladilla
Rusa, Nancys Rubias, PUTOCHINOMARICÓN, Luna Ki, Samantha Hudson
o Putilatex. En definitiva, toda una
galería del pop y la música electrónica más representativa del panorama español
en nuestra época.
1 comentarios
A veces es complicado discernir entre el arte y la tomadura de pelo con determinados artistas de este subgénero. Determinadas propuestas como ladilla rusa o el famoso "comeme el donut" son de difícil digestión para mi pero encuentro otros artistas sobresalientes que están entre mis favoritos como putochinomaricon que has mencionado en el artículo o La casa azul de sus primeros discos que me dan la vida escucharlos.
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